«¡Oiga, no empuje!» ¿Alguna vez te has subido al metro en hora pico? Insufrible, ¿verdad? Y así como los asientos son entonces un recurso limitado, casi un tesoro, la carne y los alimentos nutritivos para los más de 8 mil millones de humanos empiezan a serlo. Pero, ¿por qué esperar una crisis alimentaria cuando ya existen alternativas? Una de ellas son los insectos comestibles, si no nos crees, ¡Pregúntale al biólogo!
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Insectos, nacidos para ganar 💪
Los insectos son uno de los grupos animales que llevan más tiempo viviendo en el ambiente terrestre, aproximadamente unos 350 millones de años. También los más diversos, con más de 1 millón de especies descritas, aunque ¡se estima que pueden haber entre 4 o 5 millones más sin conocer!
El éxito de los insectos en la Tierra se debe principalmente a su ligero y pequeño cuerpo, protegido por un resistente exoesqueleto hecho de quitina, una proteína impermeable que los protege de la deshidratación.
Aunque su ciclo o tiempo de vida es muy corto pues la mayoría vive apenas unas semanas–, la estrategia de los insectos es poner decenas o miles de huevos, y de esa manera aún sin cuidado de los padres, la probabilidad de que su descendencia sobreviva es mayor.
Además son los únicos animales invertebrados (sin huesos) que pueden tener alas, como las moscas, las abejas, las cucarachas –lamentablemente, ¡iugh!–, y los saltamamontes o chapulines, estos últimos de interés culinario.
¡Viscosos pero sabrosos! Insectos comestibles de México 🤤
… Y hablando de chapulines, ¿a poco nunca has probado los que venden como botana con chile y limón en los parques o tianguis de la ciudad? Los saltamontes o chapulines son uno de varios insectos comestibles, que de hecho se utilizan en diferentes platillos ¡desde tiempos prehispánicos!
Según el Códice Florentino, escrito en 1558 por Fray Bernardino de Sahagún, desde entonces se conocían 96 de insectos comestibles en México, y actualmente se tiene registro de aproximadamente 549 especies. Entre los más comunes se encuentran los ya mencionados chapulines, así como:
- Pulgones (Hemiptera)
- Escarabajos (Coleoptera)
- Mariposas (Lepidoptera)
- Moscas (Diptera)
- Gusanos de maguey (Lepidoptera)
- Jumiles (Hemiptera)
- Escamoles o huevos de hormiga (Hymenoptera)
- Ahuatle o huevos de chinche de agua (Hemiptera)
En todo el mundo se consideran 1,900 especies de insectos para la alimentación, por lo que nuestro país cuenta con casi una cuarta parte de ellos. ¿Pero por qué no son populares? Tristemente la respuesta es un prejuicio, ya que nuestra «cultura occidental» nos dice que comer insectos repugnante. Pero cada vez más personas consideramos a los insectos comestibles no como un alimento de último recurso, sino como un manjar tradicional, y en algunos países son vistos como comida exótica.
Créditos de las imágenes, T. Tseng y Premshree Pillai, respectivamente.
Harina de insecto patrocinada por Vegeta 😎
A diferencia de los alimentos provenientes de aves, peces y mamíferos, los insectos aún no forman parte de los productos industrializados para consumo humano, basta con echar un ojo en los supermercados, pues las harinas si no son elaboradas con trigo u otras plantas, pueden hacerse a partir de menudencias de pollo o carne, ¡y así nada se desperdicia! ¿Pero sabías que también existe la harina hecha con insectos?
Este nutritivo alimento se le da principalmente animales de ganado para complementar su dieta, pues como lo vimos anteriormente, el exoesqueleto que protege a los insectos está hecho de proteína… Tan sólo para darnos una idea:
«Un kilo de chapulines puede contener el doble de proteína que un kilo de carne convencional de res, cerdo y pollo, incluso comparado con el atún u otro pescado, su valor proteico es similar.»
– Dr. René Cerritos Flores, investigador de Facultad de Medicina, UNAM.
¿Y qué beneficios puede tener comer insectos? 🌎💚⚕️
Además de su alto valor nutrimental, diversas investigaciones han encontrado que los insectos comestibles tienen sustancias antioxidantes que disminuyen en nosotros el envejecimiento celular, así como nuestros niveles de azúcar y grasas en la sangre (hiperglucemia e hiperlipidemia, respectivamente).
Asimismo, generan menor impacto ambiental, ya que permite disminuir las extensas áreas requeridas para el sector agropecuario, evitando la compactación del suelo, destrucción de bosques nativos por deforestación, pérdida de la biodiversidad de fauna y flora, alteración de hábitats naturales, y mayor emisión de gases de efecto invernadero.
¿Ya te animaste para probarlos en la próxima oportunidad? Cuéntanos tu experiencia, compártenos tus mejores recetas y, si quieres seguir aprendiendo sobre los seres vivos, te invito a seguir este proyecto de divulgación científica en redes sociales donde encontrarás mucho contenido divertido y entretenido sobre los seres vivos: ¡búscannos como Pregúntale al biólogo! 💚
